Interview: Mariano Detry, Claudia Salazar y Elisa Vegas nos hablan de Los Miserables Venezuela

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En este mes de mayo llega de la mano de Clas Producciones, por primera vez en Venezuela, Los Miserables. Musical que ha sido representado en más de 40 países y ganador de varios premios Tony. La historia está basada en la novela de Víctor Hugo, con música compuesta por Claude-Michael Schönberg y letra de Alain Boublil.

Mariano Detry, director argentino; Claudia Salazar, directora de Clas Producciónes y Elisa Vegas directora de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho; nos contaron un poco acerca del proceso.

Mariano Detry, director general.

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-Después de un largo proceso de audiciones ¿cuáles son los parámetros que buscas para escoger el elenco de Los Miserables?

Las audiciones son el 90% de mí trabajo. Si yo escojo el elenco correcto, el trabajo ya se hace mucho más fácil. Como decía Peter Hall: Para un director, el período de audiciones tal vez sea el más importante, porqué si escoges a las personas adecuadas, luego tu trabajo será cien veces más fácil.

-Desde la última vez que dirigiste el musical ¿cuánto tiempo ha pasado desde ahora que lo retomas?

Yo estoy con el musical desde 1999, pero hace diez años que dejé de hacerlo. Este es el primer montaje después de diez años, los últimos fueron en Londres y Holanda. En Holanda fue en el 2008, exactamente diez años atrás. Entonces para mí es muy emocionante poder visitar el material diez años más tarde.

-Entonces podría decirse que sería como reencontrarse con un hijo...

Queda en el ADN ¿sabes? Los Miserables queda en la sangre.

-¿Qué pudiste observar los primeros días de las audiciones? ¿Qué buscabas específicamente?

Hemos visto de todo, personas que nunca habían hecho nada, como personas que ya han estado en montajes aquí en Venezuela y en otras partes del mundo. Lo que tiene Los Miserables es que da la posibilidad de acoger y albergar a un grupo muy diverso de gente. A personas que vengan de un mundo pop, de musicales, de uno más lírico y gente que venga de no hacer nada, pero que tenga un instrumento natural; porque al fin y al cabo lo que estoy buscando es la esencia de la emoción en las personas.

Evidentemente deben tener un instrumento muy bueno, porqué la partitura es difícil, y es un musical, todo se canta y tienen que poder cantar toda la partitura. En muchos casos hay personas que tienen el espíritu y la actuación, pero no tienen lo vocal; o de la otra manera, personas que lo cantan muy bien, pero no tienen el fuego ni la emoción a flor de piel; y tampoco me sirve. Estoy buscando gente apasionada, luchadora, de todas las edades en realidad, pero sobre todo para los estudiantes, gente joven que quiera cambiar el mundo, y que además pueda cantar la partitura.

-¿Y de los artistas venezolanos qué te llamó la atención?

Lo primero que noté es que la gente aquí tal vez no tenga la experiencia de audicionar como en otras partes del mundo, de la manera que estaba esperando. Entonces, estaba viendo más allá de lo que me presentaban. A veces algunos venían con canciones que no me servían para descubrir qué es lo que podían hacer, entonces les ponía a cantar el Himno Nacional y con él, ya me daban una mejor idea, o le subía el tono al himno, etc. Mucha gente venía a la audición cantando por ejemplo: La Sirenita; es una canción muy bonita, pero no tiene nada que ver con este musical, porque es una canción Disney "light" suave, entonces a partir de ahí tenía que empezar a descubrir y explorar al artista. Lo que buscaba era explorar a la persona y ver sus posibilidades.

Algo que vi es que no hay una escuela de teatro musical muy sólida, si bien se han hechos musicales; algunas personas han estudiado y saben cómo presentarse. También encontré muchísimo talento innato que sirve muy bien para Los Miserables, con una conexión natural con las emociones y muy buenas voces también, sobre todo en la parte lírica y popular; y como estamos haciendo una versión venezolana, quiero poder tomar eso y usarlo para mi beneficio.

-¿Piensas hacer alguna adaptación al texto como en otros países?

Por licencia, tenemos que usar la última versión que es la mexicana, que de algún modo es muy adecuada para Venezuela, salvo algunas palabras. Ciertas cosas sí iré cambiando durante los ensayos, muy pequeñas, porque ciertamente la versión que vamos a usar es la que está ahorita en México, pero ciertas cosas que no resuenen en el público venezolano, ciertas palabras, modismos los voy a cambiar para que resuene en el público venezolano.

-Me imagino que este tiempo que has estado en Caracas has podido conocer un poco de las expresiones del caraqueño...

(Entre risas) El chévere, el sifrino, la fresa y el cambur.

-Nos hablas de personas con talento innato y que no tienen experiencia alguna en musicales ¿Cómo piensas trabajar con eso y llevarlo a la escena? ¿Cuáles serán los siguientes pasos desde este momento hasta que elijan al elenco definitivo?

En los primeros call backs exploraré un poco más a la gente, tanto en grupo como individualmente, ya con el material del musical. Eso me estaría diciendo si conectan bien con esa partitura, con los personajes, etc. Hemos estado haciendo primero un trabajo grupal, luego los veo individualmente e intento sacarles más y poder ver hacia dónde llevarlos. Luego en diciembre se realizará una sesión de audiciones finales, un especie de workshop de una mañana completa, trabajando con el posible elenco antes de elegir específicamente; entonces trabajaríamos con un grupo un poco grande más grande de lo que va a ser el elenco, ver cómo trabajan, qué más les puedo sacar.

-¿Cuándo comenzarán los ensayos?

Vamos a ensayar desde el 1 de abril hasta el 23 de mayo. Serán todos los días 8 horas, un trabajo muy intenso. Entonces en ese período lo que pasa en general con este musical es que las personas se fortalecen de una manera increíble y se contagia el resto.

-En caso de no poder conseguir por medio de las audiciones algún personaje en específico ¿Qué tienen pensado hacer? Hay montajes donde se invita actores de otros países que ya han interpretado al personaje que se necesita.

También está esa posibilidad. Yo quiero poder encontrar a todo el mundo aquí, poder hacer una versión 100% venezolana de gente que está aquí luchando por el país y queriendo quedarse. Si no llegáramos a encontrar algún personaje tenemos a gente internacional, como se está dando en México ahora mismo que tampoco es tan lejos, pero no quiero pensar en eso ahora. Quiero concentrarme en descubrir al talento local y si Dios quiere vamos a poder formar al elenco completo con la gente que han venido a nuestras audiciones, es el plan A. Si hay que llegar al plan B lo pensaremos cuando tengamos que hacerlo.

-Ya que este musical ha sido parte de tu vida desde hace mucho tiempo, para ti, ¿cuál sería el mensaje de este musical? ¿Qué crees que le podría estar diciendo Los Miserables a Venezuela?

El mensaje es que vale la pena luchar, por lo que sea. Todos los personajes en Los Miserables luchan por ir hacia adelante, ante toda la adversidad social y la injusticia. Eso es lo que el musical enseña y que a pesar que tal vez no se pueda lograr, cuando uno muere, uno aprende que más allá hay un mundo donde las cadenas van a estar rotas, en donde el pueblo y la sociedad va poder ser feliz. Que vale la pena luchar por eso, mientras se está en vida, ya sea cualquier situación, no quiero meterme en pensamientos religiosos ni políticos, lo que fuera; el mensaje del show es que todos podemos hacerlo y todos podemos seguir luchando. No hay que rendirse, creo que es un musical que realmente va a resonar mucho en Venezuela.

Claudia Salazar, productora general

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-Al final, ¿cuántas personas se inscribieron y cuántas vinieron a audicionar?

Casi 800 personas, logramos ver 550 aproximadamente.

-¿Cómo te sientes luego de ver audicionar a tantas personas?

Bueno, yo estoy en una nube realmente. Suena como romántico, haber tenido esta idea tan joven, tan chiquita. Yo tenía 13 años cuando vi Los Miserables por primera vez y hubo algo en este musical que me dio un lugar de pertenencia. Entendí un poco profesionalmente lo que yo quería hacer. Quería ser parte del arte, quería ser parte de lo que yo me llevaba a los 13 años viendo una gente contar, echarme un cuento tan importante, de manera que una niña de 13 años entendió y conectó. Entendí que yo quería ser parte de eso. En ese momento yo quería ser actriz, capaz cantante, esa aspiración de niña al escenario. Luego, ya más grande, después de haber visto eso, que habían otras partes para pertenecer a esa historia.

Entonces, ahorita ver y escuchar las canciones en las audiciones es mágico, saber que de verdad, es una realidad. Porque ya tengo año y medio con los derechos fantaseando y coqueteando con la idea de hacerlo verdad, pero estar en un salón con el director, con una directora musical, con un equipo y con una cantidad de talento expuesto al musical cantando sus notas y dando sus letras; el nivel de amor que siento, las mariposas en el estómago de la emoción, es casi indescriptible.

-Mencionas que tienes ya un año y medio con la indecisión ¿Cuál fue el detonante?

La verdad es que el año y medio que tengo con los derechos, previo a eso desde que tengo 13, sé que esto es lo que quiero hacer. Tengo toda mi vida en mi carrera profesional buscando el momento para decir: "Bueno, estoy lista para eso", fue un reto. Yo estaba en pleno proceso con Piaf, estábamos creo que en la segunda temporada y alguien me lo preguntó: "Bueno y ¿cuándo Los Miserables"; cada vez que hemos hecho un musical siempre me preguntan, cuál es el favorito y Los Miserables siempre ha sido el favorito. La última vez que me preguntaron: ¿Cuándo"; y yo dije: "Bueno, capaz es ahorita".

Hay algo que llama para ahorita Los Miserables en Venezuela, no dudé y envié mi correo para pedir los derechos. Que además tiene que ser, digamos, no el proceso automático al que estamos acostumbrados, sino ya como una audiencia particular y dije: "Bueno, ¿por qué no? Estoy lista ahora. Tardaron cuatro meses en darme la respuesta, en esos cuatro meses estuvieron pidiéndome documentación y el registro que yo tuviera de las producciones que yo había hecho, mi CV, hablaron con mis aliados, mis socios para dar fe que yo había hecho todo eso. Luego de eso cuando recibí el correo que sí me los habían otorgados, vino el proceso de saber cómo se come esto.

-¿Cómo decidiste que Mariano sería el director?

Lo primero que pasa es que llega el documento de los derechos, con todos los detalles y me doy cuenta que a diferencia de todos los musicales que había hecho antes, hay una cláusula que dice que como los derechos fueron aprobados, el director iba a ser... y un espacio en blanco. Creí que tenía que enviar el nombre del director, pero realmente tenía que enviar el nombre y el CV. Empecé en la búsqueda de quién iba a ser el director, personas con las que he trabajado, personas a las que he querido darle la oportunidad de hacer esto y pasé por todos los directores que se pueden imaginar. Me respondían que no, hasta que llegó el punto en el que ya había hablado con la persona, y decirle lo que estaba haciendo y que me gustaría que dirigiera, pero que yo no tenía la última palabra.

Fue un proceso de meses, hasta que hace un año y medio después, me reuní con alguien en Madrid que me hizo varias sugerencias, que ya había dirigido Los Miserables. Lo propuse y me dijeron que no, también. Creo que como propuse a una figura más internacional me tomaron un poco más en serio y ellos mismos hablaron con Mariano, e inmediatamente en cuestión de días me mandaron un correo diciendo que la persona correcta para el proyecto era Mariano. Me enviaron su contacto, ya habían conversado con él y estaba interesado, pero quería saber un poco más; y así llega Mariano. Se lo he dicho a él humildemente y sin ganas de mucho más que agradecerle al universo, a las estrellas y a todo lo que tiene que pasar para que él estuviera aquí en este proceso. El tiempo que tiene Mariano aquí me he dado cuenta como productora y el equipo se ha dado cuenta desde su espacio, que no había otra opción, que solamente alguien que maneje el repertorio, que maneje Los Miserables como lo ha venido él entendiendo durante ya siete montajes, solo esa preparación te permite hacer Los Miserables.

-¿Habrá algún cambio a la hora de realizar el montaje?

Los derechos nos permiten no hacer la franquicia, nos permiten hacer una producción original, que es algo con lo que coquetea mucho Mariano. Porque las 7 veces que lo ha hecho antes ha hecho la franquicia, entonces para él es un privilegio venir a dar un poquito de lo que él siempre quiso hacer, pero no había tenido la oportunidad porque estaba dirigiendo una franquicia, entonces aquí va a hacer lo que siempre quiso hacer.

Elisa Vegas, directora musical

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-¿Cómo se prepara la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho para este proyecto? ¿Qué representa abordar este musical para ustedes?

Está pasando algo muy bonito, porqué está llegando esto en un momento muy oportuno, pienso que el teatro musical trae una carga emocional muy pertinente para este país; por otro lado, sí bien no hay mucha tradición de musicales aquí, tenemos a nivel musical todas las capacidades para hacer esto al nivel del primer mundo.

Contamos primero con un director con muchísima experiencia, el director general de la obra y a nivel musical estamos absolutamente preparados para hacerlo a lo primer mundo. Nuestras orquestas como se sabe, a nivel mundial son de altísimo nivel. Tenemos músicos de la mejor calidad y lo que queremos es que en la Ríos Reyna presentar unos Miserables con un acompañamiento orquestal que sea lo más lujoso que nosotros podamos, acompañado de un elenco que está muy bien pensado, con un casting afortunadamente inteligente.

-¿Cómo comparten Mariano y tú la visión creativa del proyecto, cada quien desde su rol para unificar el trabajo?

Él es una persona que aparte de conocer el musical es muy brillante. Hemos podido trabajar muy bien en equipo, generalmente cuando se hace un musical, el director musical hace un acompañamiento al director general, entonces mi trabajo es acompañar la visión general y cuando se incorpora toda la parte de la música pueda tener esa visión que él trae. Yo me estoy empapapando con toda la visión que él trae para poder luego ayudarlo a que vocalmente y musicalmente se logre la energía en cada una de las escenas, lo que él quiere trabajar.

-¿Podrías contarnos un poco sobre tu abordaje a nivel musical?

Este es un musical cuya riqueza en su escritura es infinita y de una carga emocional muy grande. Por lo tanto, yo sé que tanto los músicos que van a tocar, como el elenco, el público, uno mismo que está dirigiendo se llena de energía y de unas ganas de hacer música. La orquestación es bellísima, cada cosa está en su lugar, hay motivos musicales que se repiten durante todo el musical. Está muy bien pensada la música para cada uno de los personajes, entonces para mi representa un nuevo reto. Un reto que me llena de emoción porque siento que en este momento se puede unir la experiencia que, humildemente, puedo tener en los musicales que he trabajado, más la ópera, la zarzuela, creo que este es un momento buenísimo para unir todo esto

Fotografía: Daniela Barillas



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